
Así le ocurre, por ejemplo, a Ayelén Gamarra y a su familia. Esta lectora de San Bernardo Info nos contactó para contarnos una historia conmovedora que tiene a sus abuelos como protagonistas, una pareja que ya partió de este mundo pero que, de alguna manera, sigue viva.
Bernardina y Tito son los seres que ella quiso honrar dando a conocer a través de este diario digital qué significaba para ellos San Bernardo y qué provoca la ciudad en la familia ahora que ellos no están físicamente.
“Mis abuelos, Bernardina y Tito, vivieron muchísimo tiempo en San Bernardo. Ella murió hace once años y mi abuelo, hace seis meses”, detalló Ayelén a modo de introducción, dándonos a ustedes y a nosotros una especie de autorización para sumergirnos en su mundo privado y ser parte de este homenaje que emociona hasta a quienes no conocemos a la familia.
La “orgullosa nieta de Tito y Berna”, tal como se define Ayelén, contó que ellos se instalaron en 1975 en la zona de Joaquín V. González y Gaboto. “Amaban San Bernardo con todo su corazón, por eso pidieron ser cremados y llevados allá”, reveló la joven.
“Hoy están descansando en paz en San Bernardo como siempre quisieron y soñaron”, cuenta antes de agregar que, para el Día del Padre, ella y su familia estuvieron en la ciudad. “Fuimos a visitarlos: cualquier excusa es buena para volver al lugar que tanto amamos y que, hoy, es más importante para nosotros”, cierra Ayelén Gamarra, una joven que a través de su emotivo testimonio demuestra que por múltiples razones San Bernardo del Tuyú se graba a fuego en el alma.
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