En esta época del año,
San Bernardo suele
ponerse en marcha de a poco y sin prisa. Cuando amanece, son los chicos que van a la escuela y algunos trabajadores forzados a madrugar quienes aportan el movimiento; para la mayoría de los vecinos y visitantes, en cambio, todavía falta para arrancar la jornada.
Por eso en este miércoles, minutos después de las 8 de la mañana, la ciudad transmitía
calma. Como se puede ver en nuestras
postales de hoy, la presencia de algunas nubes puede desmotivar un recorrido tempranero por la playa, aunque la temperatura agradable y el sol que se deja ver con frecuencia invitan, de todos modos, a salir al aire libre.
Unos pocos caminantes por la orilla, incluyendo a algunos con
mate en mano, eligieron dar sus primeros pasos de este
10 de abril con vista al mar. Ya llegará el momento de la apertura de los comercios, con
Chiozza como eje de la actividad: mientras tanto, a
relajarse y
recargar energía con el murmullo de las olas…