El
Día de la Madre se concibió para agasajar una vez al año a las mujeres que tienen hijos. Es, en gran medida, una fecha de motivación comercial ya que, desde los medios de comunicación y las empresas, se alienta a demostrar amor por medio de un
regalo material.
Claro que al reflexionar sobre el verdadero sentido que debería tener cada edición de esta jornada, los sentimientos afloran y se arriba a conclusiones que expanden los alcances y la profundidad de esta conmemoración que, por supuesto, no tendría que circunscribirse a comprar algo.
Desde San Bernardo Info, y teniendo en cuenta todo lo vivido no solo en tiempos de pandemia sino también en estos años de violencia creciente, hoy queremos reconocer el papel protector y materno que ejercen enfermeras y médicas, aún cuando no tienen descendencia. Tampoco merecen quedar opacadas todas aquellas abuelas, tías, hermanas, madrinas o primas que, con amor infinito, asumen la responsabilidad de criar y educar a nietos, sobrinos, hermanos, ahijados o primos que, por razones laborales, de enfermedad, fallecimiento o ausencias intencionales de sus progenitoras, no tienen el privilegio de crecer bajo el cuidado y el afecto de quienes los trajeron al mundo. Extendemos, por lo tanto, el saludo a cada figura materna que ejerce un rol clave y deja huellas positivas en la existencia de alguien, cualquiera sea su edad.
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