En esta ocasión, al hacerse presente en una zona céntrica, el animal se encontró rodeado por una mayor cantidad de gente. Lamentablemente, en varias oportunidades hubo personas que se acercaron demasiado y el lobo, al sentirse amenazado, se vio forzado a adoptar una actitud defensiva, incorporándose y gruñendo.
Otros curiosos, en cambio, se mantuvieron a una distancia prudente, sin molestarlo y tomando fotografías con zoom. Cabe destacar que, ante la aparición del lunes pasado, expertos de la Fundación Mundo Marino se habían acercado a constatar el estado del mamífero acuático y consideraron que se encontraba en buenas condiciones de salud.
Los especialistas explican que los lobos marinos pueden alejarse del mar por varios días para recuperar energías y luego regresar al agua. Ante esta situación, es importante no incomodarlos, darles espacio y dejarlos tranquilos para que no se estresen.
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