La plaza, un clásico que jamás debería pasar de moda

Juegos al aire libre

Con tanto estímulo tecnológico y los cambios de hábitos familiares, alguno puede llegar a creer que las plazas ya han perdido la alegría y el color por no ser tenidas en cuenta al momento de buscar un entretenimiento infantil. Claro, en estas épocas es más común tener a los chicos dentro de casa “jugando a la Play” que ver familias con integrantes de todas las edades disfrutando al aire libre con la bicicleta, la pelota, hamacándose o experimentando la adrenalina de tirarse de un tobogán…

Por fortuna, en San Bernardo todavía (y esperemos que por muchas décadas más) tenemos el placer de encontrar durante los días de sol nenes y nenas pasando momentos de diversión en los mismos juegos que marcaron la infancia de sus padres, tíos y abuelos.

Hoy por la mañana, por ejemplo, así se veía la Plaza San Juan Bosco, un espacio que resultó musicalizado no sólo por el canto de las aves que por lo general revolotean entre los árboles sino también por las risas y juegos de un grupo de chicos que, bajo la atenta mirada de los adultos que los cuidaban, se divertían de manera sana como en los viejos tiempos, cuando no existían las computadoras ni las consolas y las aventuras más emocionantes estaban en la vereda o en la placita del barrio…

“Señor semáforo / quiero llegar hasta la plaza / porque me esperan para jugar”, cantó en algún momento Flavia Palmiero en uno de sus programas.

Ojalá que, más allá de los avances que sumen nuevas formas de entretenimiento, jamás se pierda la bonita costumbre de llevar a los chicos a la plaza.

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