Con temperaturas que ya invitan a encender las estufas, el otoño está plenamente instalado en San Bernardo. Cada vez resulta más habitual que el termómetro no llegue a los 20 ºC, aunque todavía pueden disfrutarse paseos y momentos al aire libre.
Desde que finalizó Semana Santa, la ciudad muestra un ritmo calmo, con menos movimiento en sus calles. Muchos comercios se despidieron hasta el próximo verano y otros están en etapa de liquidaciones.
En la mañana de este domingo 16 de abril, los visitantes que se encuentran en la localidad y los residentes estables tuvieron la posibilidad de aprovechar la tibieza de los rayos del sol en la playa. Las caminatas, los paseos en bicicleta y la pesca fueron, como es usual, opciones elegidas por numerosas personas.
Qué fascinante el efecto que se genera del cielo reflejándose sobre el mar esparcido sobre la arena, como en Salinas Grandes.
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