Días de playa sin basura

Hasta que la sociedad en su conjunto no tome conciencia de la importancia de respetar la vida tanto propia como ajena y hasta que no se implementen con seriedad, de manera permanente y con alcance global políticas de Estado que prioricen al medio ambiente y castiguen como corresponde a individuos y empresas que con su accionar atentan contra la naturaleza, serán necesarios los esfuerzos de activistas que intentan tener un planeta más limpio y saludable.

Quedarse en la queja porque en algún lugar faltan o resultan insuficientes los cestos de residuos no es útil ni sirve como intento de justificación para terminar arrojando basura en la vía pública. Que no haya ceniceros distribuidos en calles o playas tampoco habilita a tirar colillas en veredas ni a dejarlas sobre la arena. Cada uno debe ser responsable de sus actos, aún cuando sepa que si procede de modo inapropiado no sufrirá consecuencias: tendría que alcanzar con usar el sentido común y saber que, por ejemplo, es peligroso (e innecesario) circular en coche/camioneta por la playa, una práctica que está prohibida pero que, sin embargo, se lleva a cabo con frecuencia.

Es increíble que, después de una jornada cerca del mar disfrutando al aire libre, muchos “olviden” llevarse los envases de las bebidas que tomaron y los envoltorios de los productos que consumieron, ensuciando así el sitio que eligieron para pasar momentos agradables.

Para intentar revertir este cuadro perjudicial, el sábado 9 de noviembre los voluntarios de Amigos del Mar – Yo Amo Mi Playa harán una limpieza en San Bernardo junto a vecinos y turistas que deseen sumarse a la iniciativa.

La cita, enmarcada en el proyecto “Cuidemos nuestro tipo de mar. Salvemos nuestro planeta”, será a partir de las 15 horas en la bajada de Gutiérrez, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.